lunes, 23 de febrero de 2009

Y esto es todo amigos

Pues al final, se dió el segundo de los pronósticos. Slumdog Millionaire arrasando con ocho Oscars, acaparando los más importantes, y Wall E, The Dark Knight y Benjamin Button consiguiendo entre 2 y 3 estatuillas. Os comunico que me sorprende muchísimo lo de Harvey Milk.
Bueno, quizás no me sorprende tanto... El guión original estaba clarísimo que se lo iba a llevar el imberbe Dustin Lance Black (con una mínima competencia de Wall E) pero lo de Sean Penn si que no me lo esperaba. Hombre, todos sabíamos que era el mayor competidor de nuestro adorado Mickey Rourke, pero es que este hombre había arrasado siempre!!
Sinceramente, si me ha sonado a polítiqueo el Oscar a Penn que coincide con la próxima votación en varios estados americanos de los derechos homosexuales. Congratulandome por el mordaz y arriesgado premio a la película de Boyle, con este premio me vine algo abajo. Probablemente, no podían tener el corazón en un puño esperando que decía o hacía el bueno de Rourke, como si del personaje de Michael Shannon en Revolutionary Road se tratara (porque este actor dice muchas tonterías, pero casi todas ciertas). Y ojo, no digo que no se lo merezca Sean Penn, sino que no era su año ni su momento, lo han forzado.
Quizás como David Fincher, me encanta que se lo hayan dado a Boyle, pues Fincher siempre será garantía de calidad en el cine, probablemente de los más avanzados de nuestra época. Tanto Fincher como Penn pueden optar al Oscar tantas veces como deseen, sin embargo ni Boyle ni Rourke lo volverán a hacer en un tiempo, y por ello me hubiera gustado el pleno.

Es el síndrome Meryl Streep: Penn, Fincher, Pixar, Winslet, Bardem, Almódovar... Pueden ir casi año a año con posibilidades, porque son los mejores, sin embargo ni Cruz, ni Rourke, ni Boyle o DiCaprio (la mayor injusticia de esta ceremonia) pueden dejar escapar muchas posibilidades porque el tiempo pasa y las oportunidades escasean (que se lo digan a Heath Ledger...).

Y nada que me encantó Hugh Jackman, dándole ese punto brodwayriano a la ceremonia que me alucinó (genial Anne Hathaway) y en el que por primera vez no me acordé de Billy Crystal.

Y mi quiniela para el año que viene: Aménabar va a estar nominado a mejor director y película, con todas las posibilidades del mundo para Rachel Weisz con su Ágora. Cuidado con Los Abrazos Rotos de Pedro, que las expectativas están muy altas. Y veo una nominación a Bardem por Biutiful de Iñarritu. No digo más. Es que esto de los Oscars... es estar en el sitio y en lugar adecuado amigos.

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